La vida útil de un husillo de bolas, comúnmente denominada vida útil o servicio, puede variar dependiendo de varios factores como las condiciones de operación, carga, velocidad, lubricación y mantenimiento. Un husillo de bolas diseñado, instalado y mantenido correctamente puede tener una larga vida útil.
Los husillos de bolas suelen estar clasificados para un cierto número de revoluciones o distancia de recorrido antes de llegar al final de su utilidad. Esta clasificación se conoce como vida a fatiga o vida L10. La vida útil L10 representa el punto en el que se esperaría que el 90 % de una población de husillos de bolas siguiera funcionando sin experimentar fallos por fatiga.
La vida útil del L10 está influenciada por varios factores, incluida la carga dinámica sobre el husillo de bolas, la velocidad de funcionamiento, el tipo y la calidad del conjunto del husillo de bolas, la lubricación utilizada y el entorno operativo. Cargas más altas o velocidades más rápidas pueden reducir la vida útil del L10, mientras que una lubricación y un mantenimiento adecuados pueden prolongarla.
Es importante tener en cuenta que la vida útil de L10 es un valor estimado y no una garantía. Se basa en cálculos estadísticos y asume condiciones de funcionamiento normales. En la práctica, la vida útil real de un husillo de bolas puede variar. Por lo tanto, es necesario realizar inspecciones, mantenimiento y reemplazo periódicos de los componentes desgastados para garantizar un rendimiento confiable y prolongar la vida útil del husillo de bolas.